Huella de carbono de las empresas: qué es y cómo el renting puede ser clave para minimizarla

Adoptando medidas como la renovación de flotas y la implementación de planes de movilidad sostenible, las empresas a través de la medición, minimización y compensación de emisiones pueden lograr reducir así la huella de carbono. Pero, ¿qué es la huella de carbono?

La huella de carbono se define como el volumen total de gases de efecto invernadero que producen las actividades cotidianas del ser humano. Trasladado al mundo empresarial, es la huella de carbono de las empresas es el dato que muestra el nivel de emisiones contaminantes que se deriva de todas sus actividades, desde la fabricación hasta el transporte, pasando por el consumo energético.

Los gases de efecto invernadero (GEI) son los que se acumulan en la atmósfera terrestre y son capaces de absorber la radiación infrarroja del Sol, aumentando y reteniendo el calor. Es por eso que son los principales responsables del denominado efecto invernadero que, a su vez, es uno de los principales causantes del cambio climático.

Los GEI más importantes son el vapor de agua, dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄), óxido nitroso (N₂O), clorofluorocarbonos (CFC), ozono (O₃) y hexafluoruro de azufre (SF₆). De todos ellos, el más peligroso para el calentamiento global es el SF₆, con un potencial de calentamiento de 22.000 frente al 1 del CO₂. A pesar de esto, el dióxido de carbono es el más mencionado porque es el de mayor contribución de cuantos genera la actividad humana.

¿Cómo calcular la huella de carbono de las empresas?

La huella de carbono de una empresa es el rastro ambiental que deja como consecuencia de sus actividades; se expresa en toneladas de CO₂ emitidas. La medición de la huella de carbono es sencilla, y en Internet existen numerosas herramientas que permiten llevar a cabo la operación.

Hay una parte de la huella de carbono de las empresas que es evitable o, al menos, susceptible de rebaja; otra no. Para aquellas emisiones que resultan inevitables, las compañías pueden recurrir a actividades de compensación, tales como la plantación de árboles que generen la misma cantidad de oxígeno, e incluso más, que de CO₂ emitido.

También forman parte de las medidas de compensación más extendidas entre las empresas, las campañas de sensibilización, las inversiones en proyectos medioambientales, el abono de impuestos verdes o la compra de toneladas de CO₂ en el mercado internacional de emisiones.

El renting como solución para reducir la huella de carbono de una empresa

Las empresas que cuentan con una flota de vehículos generan una buena parte de las emisiones GEI. La forma de minimizar el impacto ambiental de los desplazamientos pasa por contar con alternativas sostenibles.

Es importante que la empresa realice un estudio de sus necesidades de movilidad, valorando cuáles pueden ser sustituidas por opciones menos contaminantes. Se recomienda recurrir a la telemática para adquirir un conocimiento exhaustivo de la huella que dejan los vehículos (número de kilómetros, horarios, tipo y zonas); solo saber dónde, cuándo y cómo se mueve la flota de la empresa permitirá encontrar los puntos susceptibles de mejora.

Las rutas compartidas y la multimodalidad de transporte serán claves para minimizar el rastro de la actividad. También lo es renovar la flota de vehículos por otros menos contaminantes.

Para esto último, hay dos herramientas de gran ayuda:

• Como primer paso, herramientas como el Informe de Adopción de Vehículos Eléctricos (EVSA) de Geotab ofrecen un plan de electrificación de flotas personalizado. Con base a requisitos de rendimiento, preferencias y necesidades, el informe recomienda cuántos vehículos cambiar y qué alternativas (eléctricos, híbridos enchufables, microhíbridos…) son los más recomendables.
• Después, el renting se alza como la opción más demandada por las empresas para renovar la flota. No solo porque aporta tranquilidad al permitir calcular la partida del presupuesto mensual/anual que habrá que destinar a los coches, mantenimiento y averías incluidas, sino también porque al tratarse de contratos de menor duración, los equipos de gestión los pueden ir renovando en función de sus necesidades.

Plan de Movilidad Sostenible en las empresas

Medir, compensar y minimizar la huella de carbono debe ser un compromiso y, en parte, es una obligación para las empresas.

La Ley de Movilidad Sostenible, actualmente en tramitación, obliga a que los grandes centros de actividad y las empresas de más de 500 trabajadores por centro, o 250 por turno, dispongan de planes de movilidad sostenible para el trabajo.

Estos planes se consideran una herramienta imprescindible para avanzar en el impulso de la movilidad sostenible en los trayectos que realicen los vehículos. Las empresas podrán optar por distintas alternativas como potenciar la movilidad activa, la eléctrica, la compartida o el transporte colectivo o bien apostar por flexibilizar los horarios de entrada y salida y el teletrabajo.

La digitalización es otra de las claves de la ley ya que incluye la creación del Espacio de Datos Integrado de Movilidad (EDIM), donde empresas de transporte, equipos de gestión de infraestructura y administraciones compartirán sus datos, buscando con esta iniciativa optimizar la toma de decisiones relacionadas con las necesidades de movilidad en base al análisis de la información.

El ejemplo de Geotab

Geotab es un buen referente de empresa sostenible. No solo porque buena parte de su negocio está enfocado a aportar soluciones que ayuden a terceros a reducir su impacto medioambiental, sino también porque cuida que la huella que dejan sus acciones sea mínima.

Geotab tiene el compromiso de reducir las emisiones, uso de energía y residuos en todas sus actividades. “Nos preocupamos por el impacto que tenemos para nuestra plantilla y las comunidades en las que trabajamos”, afirman. “Nuestros partners de la cadena de suministro, clientes y plantilla son nuestros principales accionistas y trabajar en equipo es una pieza importante para seguir avanzando en nuestro camino”, añaden.

La compañía fija 2019 como año de referencia. En 2021, firma su primera declaración pública sobre los Objetivos basados en la Ciencia (SBTi) y su participación en The Climate Pledge. Ese mismo año, presenta su primer informe de sostenibilidad, al que siguen en 2022 el informe de emisiones de gases de efecto invernadero.

En 2022, se convierte en la primera empresa especialista en telemática en tener sus objetivos de reducción de emisiones aprobados por SBTi y, en 2023, se une al Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

Su próximo objetivo contempla la reducción de sus emisiones de alcance 1,2 y 3 a la mitad en 2030 y dejarlas a cero 10 años después.